Los científicos, los antropólogos, los entomólogos y los fundadores de las cadenas de comida rápida ya han demostrado que los humanos no diferimos tanto, como creíamos, del resto de los animales. Ahora solo falta que nos expliquen por qué hay tantas viejas locas dándoles de comer a los gatos callejeros, y por qué hay menos fines en común entre un hombre y una mujer, que entre un mono y una comadreja. Continuar leyendo
El tiempo humilla y ultraja
