Por qué es tan difícil la vida en pareja

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El único libro sobre la vida en pareja escrito para hombres, que las mujeres deberían leer.

Ensayo satírico sobre la vida en pareja.

Autor; Walter  Geanfrancisco.

Sinopsis:

La obra es un ensayo satírico que aborda el comportamiento  humano y las relaciones de pareja  como algo absurdo y sin mucho sentido. Es una crítica a todos los modelos sociales que han “forzado” la convivencia entre hombres y mujeres por cualquier razón, menos por las más lógicas; amor, pasión, cariño, compañía, y sobre todo es una recriminación a la incapacidad de aceptar al otro “cómo viene de fábrica”.  El libro son  un montón de instantáneas del hombre y  la mujer hechas a lo largo de sus vidas, y de la historia, en las circunstancias que revelan; verdadera e  indiscutiblemente  lo que cada cual es y “no puede evitar ser”. No hay ninguna veleidad terapéutica, sino, una invitación a concebir que, el otro, es, sobre todo, una víctima ancestral de disparates, y que es conducido por una locomotora de hormonas que va dónde quiere. La principal aportación de Por qué es tan difícil la vida en pareja a los libros de “auto-ayuda” es que aborda con humor cínico todos los clichés de las relaciones de pareja, Intentando  que cada cual descubra, con una sonrisa, algo de ternura en los absurdos del otro.

La obra  aborda, entre otras, las siguientes cuestiones:

¿Cómo saber quién es la persona adecuada para compartir mi vida? ¿Es el matrimonio básicamente un juego inesperado de abusos y venganzas? ¿Cuánto puede durar una relación antes de que cada uno sienta que está durmiendo con su enemigo? ¿Por qué somos capaces de aceptar dócilmente todos los atropellos y las injusticias más flagrantes de extraños y nos volvemos tan intolerantes con nuestra pareja?  ¿Qué es la pasión? ¿Cuánto dura? ¿Por qué se termina? ¿Existe la pareja ideal? ¿Por qué los hombres son infieles? ¿Por qué las mujeres son más  difíciles de complacer? ¿Por qué hay menos cosas en común entre un hombre y una mujer, que entre un mono y una comadreja? ¿Por qué cuando le preguntan a una mujer cuál es su hombre ideal mira al cielo y empieza a recitar un texto? (se transcribe el texto) ¿Por qué nunca le preguntan al hombre cuál es su mujer ideal?

Por qué es tan difícil la vida en pareja, intenta demostrar, también, que la mayoría de las relaciones no son malas,  simplemente, se vuelven malas con el tiempo porque se  extienden más de lo que debieran. “Podrías pasar un día maravilloso con un/a delincuente y arruinar tu vida al lado de alguien bondadoso. Todo es una cuestión de tiempo”, dice el libro antes de empezar.

 

INTRODUCCIÓN

Notarios, bomberos, policía de élite, jueces, astronautas, mineros, médicos, ingenieros y muchos otros  profesionales de ocupaciones arriesgadas tienen que enfrentarse a pruebas exigentes, para llegar a ser lo que  son, pero ninguno de ellos sospecha que la prueba más difícil que existe es ser simplemente (¿simplemente?) «pareja de alguien”. En realidad, al igual que en ciertas profesiones,  es posible licenciarse de pareja ideal, lo difícil es ejercer, porque el examen es perpetuo y cotidiano. El amor tiene muchos enemigos  y  muchos influjos que lo condicionan de una manera inimaginable. La convivencia, la mayor parte de las veces, puede llegar a convertirse en una camino con un montón de obstáculos imprevisibles A veces, tu pareja viene en dirección opuesta a la tuya y cuando pasa por tu lado tú te preguntas; ¿pero no deberíamos estar corriendo en el mismo sentido? Cuando alcanzas alguna de las metas conyugales que nunca imaginaste, te pueden dar un premio que normalmente consiste en una lista de deberes y obligaciones y una palmadita en la espalda para que sigas corriendo, hasta alcanzar otra meta que podría ser una hipoteca a veinte años y otra palmadita para que sigas corriendo. Una vez transcurrido un tiempo, ambos descubrirán que “el otro” no está a la altura de lo esperado. Ella se preguntará porque él se sigue comportando como si  estuviese soltero y él se preguntará en qué momento del día ella toma la droga que la hace estar tan disgusto con todo (sin advertir la menor relación entre sus actos y los disgustos). Realmente, la manera de ser de cada cual, ha sido siempre muy elocuente. Pero ocurre que la mujer se comprometió con él pensando que cambiaría (que ella lo haría cambiar), y al final él no cambió. Lo contrario que le ocurrió a él con respecto a ella, que pensó que aquella mujer que conoció en minifaldas y tacones nunca se los quitaría, ni para estar en casa, y al final se los quitó. Ninguno de los dos tiene la culpa. Uno porque no cambia, la otra porque cambió. Llegado a este punto, a ambos les resulta  muy fácil hacerle una auditoría al otro  y encontrarle fallos por todas partes. Convivir es tener que dejarse espiar.
Lo único que puede suavizar los defectos del otro, es callárselos. No hay que optar a la persona estupenda que tu pareja sería si no fuese la que es. Si tu pareja tiene uno o dos atributos (¡o vicios!) que verdaderamente te encantan, deberías ser indulgente esas otras que no te gustan tanto. Lo único que se requiere para que algo molesto se haga insoportable, es que alguien lo mencione constantemente. La convivencia requiere de una parafernalia de tal magnitud, que no es viable su éxito sin un grado enorme de tolerancia espontánea. Nadie puede ser algo que previamente no haya sido. Uno siempre es el que fue, y en ese sentido es absolutamente inútil recriminar a tu pareja que sea de una manera que no puede evitar ser (aunque a ti te parezca que puede evitarlo).
Nadie podrá ser lo suficientemente adorable como para no ser víctima de una recriminación por un comportamiento o actitud, aunque lo más frecuente,  es que las recriminaciones existan, la mayoría de las veces, como un rasgo del carácter de quién las realiza. Hay personas que no dejan pasar ni un día de su vida sin quejarse de algo. Con estas personas es muy difícil ser feliz aunque alguien las ame con locura, porque el principal enemigo de todo lo que da felicidad, es la queja. Otro argumento frecuente en el fracaso de una relación, es que las mujeres suelen colegir que  se enamoran del hombre equivocado; cuando cualquiera sabe que todos los hombres son el hombre equivocado En realidad de lo que se trataría es de enamorarse, precisamente de «esa equivocación» que es la que permanecerá. En los hombres, lo que vale la pena, «viene de serie». No hay que pedirlo aparte. Por otra lado; ¿cómo ser feliz con alguien a quién tienes que enseñar lo que debe hacer para hacerte feliz? No existe nada más demoledor para la convivencia que intentar amoldar al otro.
Sea cual sea el punto de unión, el acercamiento ha de ser voluntario, debe partir del deseo natural de gozar complaciendo al otro, jamás de la exigencia de que el otro te complazca. Donde hay amor no hay quejas, ni recriminaciones, ni incomodidad; pero claro, ha de ser por las dos partes, si no, no es posible.

Este ensayo satírico te ayudará a entender, en parte, los verdaderos propósitos que tienen un hombre y una mujer cuando se juntan, y las verdaderas causas que les hacen ser lo que son.

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