No te acostumbres a levantarte cada día y creer que ese día lo has vivido antes; ni lo has vivido ni o lo volverás a vivir. Hoy, no se vive dos veces. Nada se repite si no la historia, pero tú no eres la historia, tú eres la parte de la historia que no se repite. Asómbrate de vivir cada día.
No te acostumbres a ver a tus padres y pensar que siempre estarán ahí; Intenta conocerlos, un día querrás responderte preguntas que todavía no te has hecho y no podrás volver, porque ni tú ni los caminos se repiten. Cada día es realmente una cita, no la malgastes.
No te acostumbres a tu pareja; la has elegido tú y ella a ti. No te acostumbres a tenerla ni a verla. Abrázala como si la fueses a perder mañana, mírala cómo si no la hubieses visto ayer. Cuéntale tus miedos y tus sueños, escucha los suyos. No discutas; habla. No te impongas; cede. No reproches; comprende. No busques en el otro lo que tú deseas, toma y disfruta de lo que el otro tiene. Y recuerda; la ternura siempre vence.
No te acostumbres a ver a tus hijos sintiendo que son solo tus hijos. ¡Son la única prueba de amor que dejarás en la tierra! Ellos te dan esa oportunidad ¡cada día! No la pierdas. No los des por sentado, ni por descontado. No los traiciones, demuéstrales que tú también eres feliz con ellos con la misma fe conque ellos te lo demuestran a ti ¡cada día!
No te acostumbres; a lo que hoy es verdad, y construyas un sueño basado en las evidencias del presente. Nada más fugaz que la verdad y el presente. Deja un buen margen de error para ti y para los que amas. El hueso crece más duro dónde se rompió. Cualquier amor podría ser fuerte y duradero si tuviese la misma oportunidad que tiene la verdad de equivocarse, y de corregirse.
No te acostumbres a pensar que serás feliz cuando alcances o tengas algo que ahora no tienes. Debes ser feliz con lo que tienes hoy.
No te acostumbres al odio, aunque lo sientas y creas que está justificado; no lo está. Hay gente que se merece lo peor, pero no te esmeres tú en dárselo. No planees hacer justicia. Se bueno con los que se cruzan en tu camino y dependen más de tu generosidad que de tu juicio.
No te acostumbres a la tristeza; el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.
No te acostumbres a la soledad, ni al miedo. Aunque hoy te sientas sol@ y tengas miedo. No te acostumbres, por favor, no te acostumbres.
Vivir cada día disfrutando de cada pequeña cosa que nos encontramos en nuestro camino, disfrutando de cada paso, de cada persona, de cada momento… Saber observar, conocer, aprender, experimentar y crecer. No tener miedo, ni odio, no arrepentirse; al contrario, ser valiente, amar, saber reconducir el error cometido.
En fin, VIVIR
Querida Mariola: Veo que lo tienes muy claro. Me alegro por los que te rodean; y por ti, naturalmente.
Es fácil decir lo que dice el post, pero a veces es difícil llevarlo a cabo.
Esteban:
Muchas cosas que no son fáciles de hacer, se convierten en imposible si alguien (o algo) no te lo recuerda. A veces uno solo necesita que le recuerden cosas, como por ejemplo, que no eres inmortal, y que no tienes que acostumbrarte a vivir.