Guerrera desobediente
Una guerrera desobediente y leal era.
No había forma de eludir sus furias.
Aprendí a amarla mientras hacíamos la guerra,
boca con boca, espalda contra espalda.
Partidaria de cualquier contienda.
Ella amaba el dolor, los besos y los duelos.
Para poder cuidarnos, nos heríamos, siempre
de la manera mas inolvidable.
Encadenando pasiones y destierros,
ganamos una a una todas las batallas
que el amor presenta a los indomables
que aman como hacen la guerra; ferozmente
No había en la tierra otro amor más cierto,
más indudable, más hondo y más severo.
Hermosa yunta de guerreros, éramos
temibles porque nos teníamos.
Yo amé a esa mujer como a una revolución.
Su amor era mi patria y mi destierro
Su cuerpo mi fortaleza y mi debilidad.
Ella era todo yo, y yo todo ella.
En una contienda absurda
del destino, su amor cayó
herido por un descuido mío.
Su amor murió pero ella siguió viva.
y yo morí pero mi amor siguió viviendo.