(Carta a un/a adolescente)
Hoy te protege lo que no sabes que te sobra.
Ese acertijo que se descifra solo.
Esa vacuna que cura matando.
Pero llegará el día en que el payaso se desmaquille
y veas la decrepitud de lo que te hacía feliz.
El día en que tu gato no se subirá más a tu cama.
Sabrás que Cupido tira también dardos envenenados,
que existen viajes sin distancias,
que los sueños también se equivocan.
Aceptarás que alguna vez hubo magia antes de ti.
Amaras los felinos y comprenderás la niebla.
Te alejarás de los suicidados para acercarte a los sobrevividos.
Dejarás de echarle la culpa al ojo que no supo ver
y de juzgar sin contemplaciones.
Te equivocarás sabiéndolo.
Aprenderás a perdonar sonriendo.
Y a poner a cero el corazón.
Cuando ese día llegue,
verás que la única manzana que no has mordido
guarda intacto el amor de tus maestros.
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