¿Es posible que una relación que acabe mal haya podido empezar bien? Si es así; ¿Podemos admitir que hay relaciones que serían satisfactorias si fuésemos capaces de abandonarlas a su debido tiempo? ¿O todas las relaciones deben acabar fundiéndonos los plomos? ¿Es posible que una relación de horas, días, o semanas tenga una repercusión estupenda en nosotros y “esas mismas relaciones extendidas en el tiempo terminen por estreñirnos? Si todo eso es posible, entonces ¿Por qué no asumir que “podríamos pasar un día estupendo con un/a delincuente y arruinarnos la vida junto a alguien bondadoso? ¿Por qué no aprender a terminar una relación a tiempo? (Terminar una relación a tiempo quiere decir terminarla cuando el deseo inicia su declive, cuando el otro no puede colmar nuestros anhelos, que es un bastante antes de que empiece a tenernos hasta los cojones)