ODIO MAJESTUOSO

delito
Share

Crece como un tumor descontrolado la instrumentalización del odio como delito, y la necesidad (fuertemente ideologizada) de castigar todo pensamiento divergente expresado con antipatía, aversión, o enemistad, aunque sea elegantemente. En esa solicitud de castigo ha renacido el más inquisitorial de todos los actos;

                          el de castigar un sentimiento expresado sin violencia.

Lo más inquietante de la ley de delito de odio es que su interpretación puede extenderse hasta límites insospechados. Cualquier cosa puede ser catalogada como delito de odio si alguien está dispuesto a interponer una querella en ese sentido. Continuar leyendo

Share