La mujer delante de mí pone, con modales suaves y un poco cansinos, su compra en la cinta. Delante de ella un señor que se toma demasiado en serio a sí mismo, introduce su tarjeta de crédito y marca el pin mostrando sin disimulo una precaución fuera de lugar. El cajero que espera la
Sonreír a [email protected] [email protected]
